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miércoles, 7 de octubre de 2009

Sí Obama lo dice ...

Los roles del mundo, deben Cambiar ...
Premio Novel de la Paz

El pragmático líder de la administración norteamericana en su discurso en la OEA del día 23 de Septiembre bregó por un cambio en los roles que las naciones deben jugar en el mundo, ¡Estados Unidos no puede hacerlo todo sola! Expresó y trascartón dijo que los Palestinos deben vivir en su propio territorio, una bajada de línea para el Estado beligerante de Israel en Medio Oriente.


Sorpresivamente la administración Norteamericana asume el compromiso de producir cambios en ciertas estructuras de poder instando a los israelíes a concebir la idea de otorgar el derecho inalienable de los Palestinos de vivir en su propio territorio.
La historia es testigo de circunstancias que analizando su proceso temporal nos muestra que judíos y musulmanes han vivido juntos, conviviendo en armonía en el mismo territorio, durante grandes periodos, pasó hasta el siglo XV en la España ocupada por los musulmanes y en la Edad media Europea y desde el siglo V y VI hasta el XX en la península del Sinaí.
Siempre la ingerencia de los occidentales a causado divisiones y enfrentamientos trayendo aparejadas acciones que perjudicaron a una u otra parte en desmedro de la otra.
Paradójicamente, que sea el presidente Norteamericano quién manifieste la necesidad de cambio, no es poco si se tiene en cuenta que el Estado de Israel en Medio Oriente es un logro de Ingleses y Norteamericanos de la posguerra.
Esa cuña occidental en Medio Oriente a cambiado desde el 45, más específicamente desde la creación del Estado de Israel, en 1948, las reglas de juego en Medio Oriente y ha potenciado el rechazo musulmán al Occidente Cristiano, o deberíamos decir “cretino”.
Si los líderes mundiales tuvieran genuinamente, la voluntad política de un cambio, un trabajo mancomunado llevaría a destrabar los mecanismos antagónicos que generan odio y resistencia hacia los países hegemónicos que se involucran en los intereses internos de aquellos países dependientes, ahogando aún más las ya de por sí angustiados pobladores y alimentando una marcada oposición a esa intromisión.
Dependientes por sus carecientes economías y sus extremas necesidades, no por carecer de una identidad étnica y cultural que los identifique y aglutine como pueblos independientes.
El poder hegemónico de Estados Unidos, bien ganado por cierto en el marco del desarrollo histórico y político de la era moderna, no les otorga ningún derecho a convertirse en “Policía o gendarme universal” por el contrario, ese posicionamiento les hubiera bastado para liderar un movimiento de resguardo, consolidación y genuino aporte a los países más necesitados del orbe, sin eufemismos.
Todavía están claras en mi mente las palabras del presidente Truman en su discurso al Congreso de su país del 24 de junio de 1949 que fueron la antesala de la famosa “Alianza para el Progreso”, El presidente Norteamericano dijo, refiriéndose a la asistencia técnica a esos países: “... crear las condiciones en las cuales la inversión de capitales pueda ser fructífera...” y ante estas palabras el análisis posterior que realizó Paul Sweezy fue: “... está muy claro el estímulo y la protección a las inversiones extranjeras de América y no el desarrollo balanceado de los países atrasados...”
En las consideraciones posteriores, que fueran publicadas oportunamente, Sweezy manifiesta: “... por el momento me parece más propio sugerir que probablemente la “meta” de mejorar niveles de vida, en programas de asistencia, será forzada a acomodarse a consideraciones prácticas de sabias inversiones económicas y políticas. ...”
Como surge de dichas consideraciones esta muy claro que los intereses económicos priman sobre la supuesta asistencia, sin importar la dignidad o identidad de los pueblos, que de hecho recibirán dichos programas, pero se resistirán a perder su propia identidad y dignidad como pueblo.
Todo aquello que ensombrece la historia reciente de nuestros países pasando por el militarismo, las democracias cautivas, cuyas economías estaban controladas por el FMI hablan a las claras de los verdaderos objetivos de estos “Programas de Asistencia”.
Por supuesto que no sería justo que dichos programas sirvieran para fomentar el descontrol y la avaricia ejercido por los poderes de turno de nuestras “republiquetas bananeras”.
Estas actitudes de los criollos han fomentado la desconfianza de aquellos países que brindaban el apoyo económico imponiendo cláusulas de contralor a dichos fondos y ejerciendo una presión sobre los “beneficiarios” que luego se convirtió en causa genuina de oposición.
Los roles del mundo, deben Cambiar... Claro que sí, es hora de dar el paso para cambiar la historia y mirar a nuestro vecino con ojos desprovistos de un interés malsano.
Que aquellos que nada tienen, para dar a cambio reciban el apoyo genuino de un “Programa de asistencia controlado” sin intereses agobiantes, expoliadores y malsano que desdibuje la identidad como pueblo y les permita crecer cultural y económicamente.

No es comparandolo con su antecesor como surge el perfil del actual líder mundial, este estaría motivado por sus promesas y la intención de mejorar las relaciones humanas entre las Naciones del munbdo.
De hacerlas efectiva se haría merecedor al reconocimiento del Instituto Nobel de Noruega, por lo que estaremos espectantes para ver si dicho reconocimiento no fue prematuro y netamente un juego político más.

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