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miércoles, 7 de octubre de 2009

Cuando el silencio lastima

“De esto no se habla”

Una Sociedad enferma, intenta cubrir y olvidar, sus más profundas equivocaciones con decisiones extemporáneas, reñidas con valores éticos y morales que deberían nutrir el entretejido social para que todos, pero en particular las nuevas generaciones, asuman su compromiso personal y comunitario con dignidad, identidad y respeto por el otro.
Si esto no se logra, lo mejor ... es no hablar de ello.


Rubén A. Spaggiari para D21/fps y la Web.

Muchos de nuestros conciudadanos, desorientados, despistados o enfermos, pretenden que muchos de los aspectos que enumeraremos en ésta nota no existen o a ellos no les pasa o miran lo que ocurre por televisión sentados cómodamente en su casa.
Ya no basta con hacer el cuerpo y la mente a un costado, cerrar los canales perceptivos, a todo lo que sucede a nuestro alrededor, las cosas están sucediendo y en algún momento nos llegara, es por eso que debemos actuar ... y yá.
Esto recuerdo haberlo mencionado en mis notas sobre la hipocresía que ha ganado a nuestra sociedad, cuando por los años ochenta surgieron los primeros anuncios que nos hablaban de una enfermedad desconocida un afiche en la vía pública de la Capital Federal con un gaffiti de un corazón en rojo que en su interior llevaba escrita una leyenda que decía: “En la Argentina nunca habrá SIDA porque somos treinta millones de forros”.
Fue el primer llamado de atención de una enfermedad que nos parecía muy lejana, tan lejana y distante que la ignoramos y cerramos los ojos y nuestro corazón a los estragos que produce, en todos los grupos, capas sociales y niveles culturales en todo el mundo.
En un principio la sociedad en su conjunto vio que existían grupos de riesgo reducidos, que observaba como muy distantes, homosexuales, adictos a las drogas, grupos marginales donde prolifera la promiscuidad y el descontrol, sectores que la sociedad global supone diferente, sin darse cuenta que todos, y cada uno de nosotros somos diferentes, los unos a los otros, sólo basta que nos identifiquemos.
Así tan sorpresivamente como se presentó se fue llevando a grandes personalidades del cine, la música y otras actividades pero lo más grave es que se estará llevando, en nuestro país, lo más indefenso de una generación que no puede combatir el accionar del HIV-Sida en los estamentos más humildes de nuestra sociedad.
Desde aquel lejano 1985 nunca más, se realizó una campaña Nacional y un programa de acción o Política de Estado que pusiera a nuestra sociedad a la defensiva.
Cuando el otrora ministro de Salud Ginés Martínez “repartía profilácticos” y así crear un llamado de atención alertando a la juventud sobre el problema, lo denostaron y la santa inquisición de “La liga de Madres de familia” en representación del clero en Argentina casi lo atan en el obelisco y le prenden fuego.
Otro de los graves problemas que afectan nuestra sociedad es la droga.
Nuestro país fue un territorio de tránsito y en ese momento no hicimos nada porque no se llegara a la fase siguiente en la que ya hemos ingresado la de país consumidor, la próxima etapa, en la que ya estamos en los primeros pasos, ya existen “cocinas”, como se llama a los laboratorios, el escándalo de la efedrdrina y los asesinatos de los empresarios relacionados, son algunas de las pautas de este problema pero lo más grave es que en pequeñas ciudades del interior, principalmente turísticas, Mar del Plata, Necochea la droga y los eslabones de la cadena que llegan a la distribución para alentar el consumo y viceversa ya están a la orden del día.
La corrupción, en los distintos estamentos del estado y en particular en los organismos de contralor y en los funcionarios de la administración pública que llegó hasta el Congreso Nacional cuando Lestelle, secretario de lucha contra el Narcotráfico se le le ocurrió decir que en la Cámara se “daban nariguetazos” haciendo alusión a la acción de aspirar líneas de clorhidrato de cocaína, declaraciones que le costaron el puesto, el silencio, pero no sus bienes mal habidos y su apresurado enriquecimiento durante su breve gestión.
Es realmente alarmante el descontrol, que se muestra descarado y perverso, el manejo antojadizo de los guarismos que ocultan el flagelo del Dengue en la región del Noroeste que avanza hacia el centro del país producto del cambio climático y de las enormes falencias de los organismos encargados de combatir al mosquito responsable de la epidemia que ya no puede ocultarse ni manejar sus cifras.
Todo ha quedado al descubierto y para el momento de hacer ésta nota ya son más de 11.000 los casos confirmados, varios muertos en la región chaqueña y la epidemia ingresando a la provincia de Santa Fe.
Mientras esto sucedía la Sra. Presidenta viajaba a Qatar a la cumbre del grupo de los 20, los políticos como Capitanich, gobernador de Chaco y su esposa, ministra de Salud de la provincia, intentaban justificar lo injustificable.
Mientras tanto los políticos en el ámbito nacional se debaten en conciliábulos para ver quién se postulará para las elecciones de junio y quien quedará afuera del reparto, sin importarles la gente que sólo tiene en cuenta a la hora de votar.
Del Dengue, la Droga, el HIV son temas de los cuales el gobierno no parece estar enterado ni interesado, salvo algunas declaraciones de los más proclives al diálogo del aparato gubernamental, que aparecen descolgados de un ejecutivo inexistente.

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