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jueves, 16 de abril de 2020

SENTIDO COMÚN


Momento crítico

SENTIDO COMÚN
El menos común de los sentidos

Como periodista, pasivo, ya que me jubile, hace unos años, he fomentado e inculcado no comprar “Pescado podrido”  que en la jerga periodística significa verificar la información antes de difundirla en estas nuevas herramientas a nuestro alcance; en especial para que ellas sean un verdadero y genuino canal aglutinante de voluntades.
Teniendo siempre, o debiendo tener, presente que es una herramienta hecha y usada por “El hombre” y este es un motivo de alerta y principal objetivo que debe impulsarnos siempre para “Dudar de todo aquello que no tenga claro sus intereses que además; para refutar; sin razón, debe denostar al “Mensajero”.

Cuando no se tienen razones de peso para contraponerse a una propuesta suelen utilizarse epítetos, insultos o argumentos poco recomendados por la ética y la moral que hacen del destinatario de esos elogios un paria en su entorno más íntimo y un desclasado en su  grupo de pertenencia.
Estas acciones de desprestigio que grupos de poder utilizan para proteger su forma de vida, que no es la suya, lector, ni la mía; no escatiman esfuerzos, ni dinero para debilitar la fuerza de una propuesta; NO SE DEJE ENGAÑAR.
Marck Twain supo expresar su convencimiento sobre que a las personas, no les gustaba reconocer que habían sido engañados, y dicen que acuñó aquella frase: “Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos que; han sido engañados”.
El objeto de esta nota es intentar evidenciar como esta modalidad utilizada por quienes no tienen razón, ni razones de peso, como ya expresé, se valen de estas “Malas prácticas” y de las redes sociales para intentar convencernos.
Muchos de ustedes ya conocerá la lucha o controversia planteada por médicos, biólogos, Ing. Químicos y la “Industria Farmaceutica” entiéndase; conglomerado de empresas referentes del sector.
La gran polémica está liderada por aquellas que involucran a drogas o productos, naturales o sintéticos, de fácil acceso o producción, a muy bajo costo; producto que ostente auténticas y probadas muestras de combatir con eficacia alguna enfermedad.
Ese sitial indiscutido lo ostenta hoy en plena época de la Pandemia de “Corona Virus” o el más importante miembro o cepa de esa “familia Viral” la cepa: Codivid-19.


                                https://www.youtube.com/watch?v=Rd3tVzsZTwU













Pandemia que desnudó una vieja y silenciada controversia, la del “Clorito de Sodio”, que algunos asocian o confunden con la vulgar y popular “Lejía” o lavandina, que es un sub producto del bendito “Dióxido de Cloro” a la que se le atribuye infinidad de aplicaciones que en realidad son de éste; en cualquier caso la lavandina o “Lejia” debe conservar algunas de la bondades que ya conocieron, nuestras madres y abuelas; razón por la cual es popular y hoy de uso obligatorio en algunas funciones médicas y hospitalarias.
Estos enlaces que les dejo son videos que se dieron a conocer entre los miedos y  mentiras interesadas sobre la mentada Pandemia, lo que nos espera a corto y largo plazo.
Como integrante de un hogar y familia humilde de clase trabajadora mi madre utilizó desde siempre, que yo recuerdo y con imágenes vividas la lejía como desinfectante y seguro bactericida.
Función que sigue sin ser aprobada en cambio en su envase se sigue recomendando para eliminar el 99% de las bacterias, es de reconocida y peligrosa ingestión humana o animal; se la reconoce como un alto poder decolorante.
De aquella época me quedo la costumbre de llevar en mi botiquín o mochila de viaje una botellita de vidrio oscuro, ámbar con gotero, que aún llevo conmigo, dado que las pastillas potabilizadoras solían tener fechas de vencimiento, y no se conseguían en algunos países, para purificar el agua en cada lugar donde me llevaran mis correrías y evitar así los molestos; trastornos gastrointestinales.
Cuando por una razón meramente operativa me hallé privado de mi botellita purificadora, estando en la región del Río Madre de Dios, Amazonía Peruana; fui víctima de una bacteria por el agua del lugar.
Así, en esta campaña que se potenció en las redes sociales, dado el momento que se vive en el mundo, que de alguna manera busca encontrar respuestas y responsables de lo que sucede, surgen aquellos que han sufrido los ataques del conglomerado de empresas farmacéuticas a las que les molesta que hablen en favor del Dióxido de Cloro utilizando en forma evidente desprestigiar al informante.
Este caso puntual es el del Ing. Biofísico, Químico, Andreas Kalcker

Observe, escuche, mire, piense y saque sus propias conclusiones. Actúe en consecuencia.