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domingo, 14 de octubre de 2012

Defender el derecho a la vida (?)

Aborto y ...
Al intentar legalizar el aborto, buscar respetar los derechos de la mujer, o legislar para responder a los delitos sexuales contra mujeres, tanto los legisladores, políticos, la justicia, el gobierno de turno o la ciudadanía se encuentran con una dualidad de criterios enfrentados, alguno de ellos, dogmáticos, criteriosos, lógicos, otros netamente clasistas, políticos y maliciosos, pero todos, a mi entender, extemporáneos.
Rever esta posición es obligación de la sociedad, en particular de la iglesia que deberá llamar a la reflexión a sus feligreses y explicarles, para aquellos que no entendieron, que
"La Vida es mucho más que nuestra propia existencia".


Con el argumento del tratamiento de la Ley de “Aborto, no punible” que se trató en el Congreso nacional, su sanción y posterior reglamentación y el primer caso que esta ley protege y expone a criterio de la sociedad en forma pública, han surgido infinidad de criterios encontrados pero generalmente los que nos impactan son los intolerantes.
Aquellos que yo identifico como “Recalcitrantes” “Extemporáneos” generalmente militando en la “Derecha o en los grupos ultra católicos” son estos aquellos a quienes yo expresé que la iglesia debería llamar a la reflexión , creo que para algunos integrantes de estos grupos, es demasiado tarde, sus neuronas ya no tienen la sinapsis sanas para entender por más que le expliquen, quizás algunos podrían llegar a entender que la vida es todo y están en su derecho al oponerse al aborto, pero sin ser extremistas porque “La vida en todas sus manifestaciones, expresada cotidianamente a nuestro alrededor es permanentemente avasallada por todos nosotros y no nos damos por enterados y sí nos enteramos, poco nos importa.” La gran diferencia es que existe grados de valoración y esos los hemos instaurado nosotros “individuos sociales” por eso defendemos a las ballenas, los toros, los animalitos domésticos y hacemos nuestro cualquier forma de extinción de una vida, como nosotros la explicamos o estos éstos personajes se lo explican para que llene sus aspiraciones, pero de ninguna manera como realmente científicamente o teológicamente se explicaría y se nos representa.
Existen aspectos tan mecánicos de nuestras existencia y comportamiento cotidiano que se pierden en las hojas del libro de la historia de la humanidad.
El hombre mismo se halla tan absorto en su propio devenir que poco se ocupa de aquello que lo rodea, intenta sobrevivir, al decir de “Ortega y Gasset”, es el y sus circunstancias coyunturales.
Así hemos legado hasta el presente eliminando, sin darnos debida cuenta, cantidad interminable de seres vivos quizás sin pensar, sin saber, o como los hechos y la historia lo demuestran, con total conciencia de nuestros actos.
Esto no sólo obedece a nuestro instinto de supervivencia o maldad sino a nuestra razón pura, que nos intenta explicar, con lógica, los actos que en cierta forma se nos presentan aberrantes y darnos una sutil conformidad de ellos.
Aquella dicotomía: “...El huevo o la gallina...” ya fue dilucidado, no hace mucho pero debemos entender bien todo el principio de la vida (Que no se intentará hacer en esta nota) para evaluar el acto de los hombres con meridiana justicia.
Creo que si aceptamos que fundamentalmente somos seres sociales, como tales uno de nuestros principales objetivos es “Socializarnos”.
De esta manera debemos aprender a vivir en sociedad aceptando o rechazando las normas de conducta que socavan nuestros “principios compartidos” no solamente los nuestros en desmedro de un sector de la sociedad sino aquellos que son colectivos.
De nosotros depende hacia donde vamos.

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