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lunes, 14 de mayo de 2018


Mentir…Siempre mentir.

NASA

Fiel a quienes les dan de comer, Nasa, organismo privado y autárquico Norteamericano, creado bajo los auspiciosos designios de los militares de ese país, representa, “La Mentira” que siempre ha caracterizado a ese sector de la ciudadanía del país del norte.
Norteamérica es desde sus orígenes un país con grandes contrasentidos, de apariencias engañosas, hacia adentro y para afuera; sí los despistados, aquellos que solo nos preocupamos por ver el hoy y ahora; quizás veremos a la Nasa como una secretaria u organización gubernamental de los EEUU dedicada pura y exclusivamente a la investigación espacial.
La realidad se aleja un tanto de la verdad, tanto, que es una flagrante MENTIRA orquestada por los militares para ser el organismo controlado por ellos para negar o disfrazar todo aquello que se descubriera o saliera a la luz que ellos considerarán pernicioso para el público.
Esta mentira fue la responsable de alimentar, por años la conspiración y la paranoia detrás de los platillos volantes y todo fenómeno que se saliera de lo plausible y explicable, que ellos no quisieran dar a conocer.
Este mecanismo de ocultamiento, como los entendedores de pocas palabras comprenderán, no es una lúcida iniciativa del cuerpo de militares, a lo norteamericano, acostumbrados a cumplir órdenes sin chistar, y sin que se les caiga una idea mejor de su cerebro.

Esta creación de un organismo como NASA (29 de julio de 1958) después de que Rusia, (Oriente) demostrara su supremacía en el espacio y obligara a Norteamérica, (Occidente) a comprometerse en una carrera espacial; que algunos ya sabían perdida.

Esto lo demuestran las declaraciones de expertos, que hoy están utilizando los motores cohetes almacenados en el cosmódromo de Baikonur que la antigua Unión Soviética había desarrollado, para asombro de los técnicos y científicos que consideraban imposible e inalcanzable, este tipo de tecnologías.



En esta etapa del proceso, los militares fueron la pieza que utilizaron, aquellos que saben muy bien lo que significa el saber y el conocimiento; significa PODER.
Nosotros sabemos que el poder de los militares, a ese nivel, es la fuerza bruta, la obediencia sin cuestionamientos y estar detrás de las armas, jamás delante.
Y por supuesto volvemos a quienes desde siempre les es, fue y será funcional la mentira implementada por títeres, idiotas útiles, quienes hacen el trabajo sucio, que en este caso, es crear una tapadera (Nasa) para ocultar a la opinión pública mundial; todo aquello que fuera funcional a sus intereses, y que el público debería seguir sin conocer. 

Recordemos: La casi totalidad del segundo lustro del siglo pasado estuvo regido por la censura, el silenciamiento, la aplicación de multas o penalidades, a quienes dieran información, debiendo firmar acuerdos de confidencialidad; restricciones que con el paso de los años y los reclamos públicos, perdieron fuerza y fueron levantados
Es tan así, que ellos mismos publicaron, (El Congreso de los Estados Unidos) un informe, hoy público, que fue, supuestamente, el utilizado por  J. J. Benitez para genialmente recrear la historia de “Mirlo Rojo” y otras surgidas de su prolífica pluma.
Este secretismo alimentó la paranoia persecutoria en algunos, quienes veíamos hombres de negro, merodeando junto a nosotros.
Leyenda urbana de la cual se alimento Hollywood en las comedias de ficción “Hombres de Negro”;  recuerde el lector; toda leyenda sustenta su credibilidad sobre las verdades del entretejido que la construye.
Hoy en el año 2018 del Siglo XXI, al que nunca pensé, ni imaginariamente, llegar; ya que mis fantasías juveniles solían remontarme hasta un siglo XXI, plagado de autos voladores, calles y avenidas de cristal; sitio que no se parece en nada a este que estoy viviendo.
 Ante tanta mentira manifiesta, mentiras y verdades que se acumulan en nuestros archivos y se entrecruzan; ¿Cómo no podrían, los amantes de las conspiraciones, dudar de los descubrimientos y tareas que la Nasa, o cualquier organismo norteamericano, difunde?
Lo realmente insólito es que alguien les crea; decía Mark Twain… “Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos que han sido engañados.”  

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