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miércoles, 28 de septiembre de 2011

“No hay peor sordo que el no quiere oír,ni peor ciego que aquel que no quiere ver.”


 

El Siniestro de Monte Grande

Un enigma que no es tal.



Aún resuena en la opinión pública la explosión de la casa en la localidad de Monte Grande, aún sin explicación oficial. Los destrozos causados, la muerte de una persona, las heridas a otras nueve, así como la disposición de los restos de los vehículos y escombros, hablan por sí solos de la calidad y tipo de siniestro que, el bolillero del destino, puso en juego en el Conurbano Bonaerense.
Para quienes tienen ojos para ver y oídos para escuchar, sin preconceptos.



     En el día de ayer lunes 26 los medios de comunicación mediante la intervención de colegas muy especializados en su profesión pero con una carencia meridiana de la mecánica o técnica de siniestros abordaron el tema más allá de la noticia en sí misma, cometiendo graves errores.
     Creo que es fundamental que el periodismo, si no sabe o no conoce el tema, No lo aborde más allá de la noticia en sí misma, ya que comete más errores y confunde a la gente.
     Es tan culpable quién difunde una falsa fotografía de un meteorito cayendo hacia la tierra, como aquel que habla sin saber, dando información errónea a las personas.
     Desde el principio las unidades de siniestros de la municipalidad se hicieron presentes en el lugar, bomberos, médicos, ambulancias y personal especializado con trajes especiales y mascarillas protectoras para cualquier eventualidad, biológica o radiactiva.

Hipótesis a).- Escape de gas.
     Desde el comienzo los bomberos se hallaron en el lugar y desconcertados buscaban una explicación a lo sucedido.
     Hacia media mañana uno de los oficiales de la unidad de bomberos actuante, ante una requisitoria periodística, este manifestó, sobre un supuesto escape de gas: “... No aquí no fue un escape de gas, primeramente que no hay red de gas natural y las garrafas existentes están intactas, no puede hablarse de un escape de gas...”
     Hasta donde yo sé esta declaración, en el lugar del siniestro, fue desestimada y no se aprovechó la posibilidad periodística de la repregunta.
     Ahora bien, para producir esa onda de choque y posterior devastación tiene que gestarse mediante un artefacto explosivo, una detonación contenida y focalizada.
     Cosa que no se produce con un escape abierto de gas y menos de gas envasado, sin la explosión de los envases.
     Si el escape abierto de gas se acumula en un recinto cerrado se forma un “bolsón de gas” que puede explotar a la menor inflamación.
     Lo curioso es que los testigos no acusan haber detectado olor a gas, tampoco existieron focos de fuego generalizado, como los que se producen con una explosión de gas.

NOTA:

     El gas de red o envasado es inodoro, o lo que es lo mismo carece de olor por lo cual en las empresas en los que se lo transporta, industrializa o utiliza se lo hace circular a través de unas trampas conteniendo unos fieltros embebidos en un producto, similar a un aceite liviano color púrpura, denominado “Etil Mer-Catan”.
     Este producto otorga al gas un fuerte olor de alta persistencia y gran poder residual que lo hace detectable.
     El gas de red es el mismo que el gas envasado, el de red viaja en el gasoducto a una presión suficiente para licuarlo dentro de la tubería.
     Para usarlo en los hogares solamente se descomprime, acción que se produce al abrir la llave del quemador y permitir que el gas salga, en forma gaseosa, por los picos, donde se enciende.
     Para cargar las garrafas se traspasa gas comprimido directamente de la red a los recipientes o de un recipiente grande 45 kg. a uno más pequeño, 15, 10 kg. o menos. Teniendo la precaución de colocar el pico vertedor en el gas liquido y no en la porción gaseosa del producto.
     La explosión que se produce es generalizada y produce inmediatamente fuego quemando todo en su radio de acción.
     Mínima es la acción de un escape de envases o garrafas que no hace estallar los recipientes no puede alegarse que un horno pizero causó este desastre cuando el cilindro de envase se hallaba intacto.
     Sin vestigios de fuego en su entorno.
     Aquí no existió fuego solamente se prendió el extremo de un poste, a la altura de los cables, que los propios vecinos talaron con un hacha para imposibilitar que el fuego se extendiera.
     Si realmente hubiera existido la mínima posibilidad de fuga de gas, el fuego se hubiera iniciado y mayor sería la cantidad de victimas.
     Como vemos se trató de una explosión limpia.
     El motivo de muerte fue aplastamiento motivado por derrumbe.
Otras Posibilidades.

     Por un momento se observó entre los escombros la tarea de hombres vestidos con unos enterizos blancos con capucha y mascaras que portaban instrumentos de medición en sus manos.
Vestimenta generalmente utilizada para operar en situaciones de riesgo bacteriológico o una primaria protección radiactiva.
     Digo primaria dado que de existir fuga radiactiva por alguna causa dichos trajes hubieran sido inefectivos para proteger a las personas en el lugar de niveles de grados Roentgen más o menos elevados.
     Ahora bien ¿Cuál fue la precaución, o la presunción que los llevó a abordar dicha contingencia con esos equipos y a medir en el lugar niveles de radiación o contaminación?
     En un momento de la cobertura periodística un representante de las fuerzas actuantes en el lugar manifestó que se había hallado un centro puntual de impacto y sin embargo esto fue desestimado, no se le otorgó trascendencia, pero fue lo que expresó.
     Lo mismo ocurrió con los vecinos, cuando en estos casos, sin una explicación a la vista, se aconseja escuchar todas las versiones del suceso, y en particular a personas sobrevivientes, victimas del hecho en cuestión, quienes manifestaron reiteradamente:
1°: Unas horas antes haber percibido pequeños impactos sobre las viviendas, vibraciones o luces.
2°: Ver hacia las dos de la mañana una “bola de fuego” descender desde el cielo, además de percibir un extraño olor.
3°: Ver la esfera cayendo y luego una explosión que convirtió la noche en día y después la destrucción.

Hipótesis b).- Posible cuerpo espacial.


     Se encontraba latente en esos días la caída de los restos de un satélite de los E.E.U.U. que la Nasa estaba monitoreando para determinar con la mayor aproximación el sitio de impacto.


     Hace más de una semana que la NASA advirtió sobre la caída inminente del UARS, la cual se esperaba para finales de septiembre o principios de octubre; en reiteradas ocasiones advirtieron de la probabilidad de que algunos de los fragmentos del UARS no se quemasen al entrar en contacto con la atmósfera terrestre y causaran riesgo vital para alguien era una en 3 mil 200. El satélite fue lanzado en 1991 para medir la capa de ozono y la atmósfera finalizando su misión en el 2005.En informes previos, la NASA indicó que los escombros del satélite caerían en la zona ubicada entre los 57 grados latitud norte y 57 grados latitud sur, es decir, una zona que abarcaba prácticamente toda la Tierra a excepción de los Polos. La NASA estimó también que las huellas que los escombros dejarán sobre la Tierra recorrerían un área de 800 metros.


"Si encuentra algo que piense que es parte del satélite UARS, no lo toque. Contacte a las autoridades locales pertinentes para asistencia," concluyó la NASA.

     Cuando un meteorito o aerolito (Es el mismo fenómeno visual, pero con diferente origen en el espacio) ingresan a la atmósfera terrestre, esta les produce al objeto un freno y simultánea fricción en su caída libre.
     Esta caída libre y su velocidad relativa, son proporcionales a su masa, en una trayectoria rectilínea dada.
     Esta fricción produce calentamiento de la masa del objeto hasta hacerlo incandescente e iridicente o luminiscente.
     Si la masa es lo suficiente grande, compacta o resistente a la fricción y a las altas temperaturas y logra sobrevivir al ingreso de las capas superiores podrá llegar a la tierra.
     Sin embargo precediendo a la masa del objeto y, dependiendo de esta, su trayectoria rectilínea, velocidad relativa, se forma una “burbuja de partículas aire ionizado, altamente compactado” que impactará sobre la superficie, sin dejar rastros destrozando todo lo que toque.
     Los únicos rastros que se podrán hallar posteriormente serán los que dejen la masa que produjo la burbuja, meteorito o aerolito, si hubiera sido lo suficientemente resistente para sobrevivir el ingreso e impactar en la tierra.
     Al ingresar un objeto natural, o reingresar uno artificial, puede fragmentarse y producir impactos menores, anticipándose al de mayor masa o núcleo, que por lógica obtiene un frenado de mayor magnitud.
     Razón por la cual no puede desestimarse a quienes alegan haber percibido señales que anticiparon la gran explosión.
     Este fenómeno no ocurre con aquellos objetos que en la atmósfera no adoptan una trayectoria rectilínea o de caída libre como en el caso específico de naves controladas, los transbordadores o cápsulas espaciales que ingresan en trayectorias orbitales previamente calculadas, en tiempo y forma con las radiaciones del cinturón de Van Allen.

      La NASA tendrá que dar explicaciones sobre lo que recogieron en el Océano Pacífico donde supuestamente terminó UARS y sus fragmentos, ya que si se puediera demostrar la hipótesis que establesería que lo ocurrido en Monte Grande fue causado por "Chatarra espacial" se estaría ante un caso de graves consecuencias.
     Cabe acotar que en las actuales circunstancias es casi imposible recomponer el sitio del siniestro que ha sido totalmente removido con maquinarias viales.
Sin embargo todavía contamos con los videos de los canales que atestiguaron todo lo ocurrido y las declaraciones de los testigos y damnificados.

Informes NASA

     El satélite UARS, Siglas por su nombre en inglés, (Upper Atmosphere Research Satellite) fue un satélite artificial de la NASA, lanzado el 12 de septiembre de 1991 desde el transbordador espacial Discovery; en 2005 el satélite se quedó sin combustible y dejó de operar y, pese a que estaba previsto que el satélite reingresara a la Tierra a finales de septiembre o principios de octubre, el fuerte aumento de la actividad solar la semana pasada ocasionó que se adelantara su caída. UARS cayó el domingo pasado sobre el océano Pacifico, sin que haya reportes de daños o heridos, aunque la agencia estadounidense continua investigando el paradero de sus restos.
     La NASA calcula que los restos del satélite cayeron a la Tierra en la madrugada, posiblemente sobre una franja de unos 804 kilómetros.
     Sin embargo, es difícil precisar el lugar donde cayeron sus escombros debido a la extensa dimensión del área."No sabemos dónde fue exactamente el punto de reingreso (a la Tierra), (ni) el campo con los deshechos... probablemente nunca lo sabremos", admitió Nick Johnson, principal científico de la NASA a cargo del programa para el manejo de "basura orbital". Ante la falta de datos claros, Johnson dijo que la agencia no descarta que algunos pedazos del UARS hayan caído en algún lugar del noroeste de Norteamérica, posiblemente incluso en el estado de Washington, en la costa oeste de EU.

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