Resistir

Resistir
                                                        Memoria

La “Renuncia” de Evo en Bolivia representa la última estocada a la lucha liberadora y unificadora, que los pueblos Indoamericanos, y sus mandantes, habían soñado y puesta en práctica, en los últimos años en la región. Un área sensible en la agenda norteamericana que, desde Yalta en 1945, nos considera como su patio trasero.

Sí, el imperio en decadencia intenta, con estertores efectistas quitar del medio el último baluarte de resistencia popular de los pueblos amerindios, focalizado en esta resistencia que el pueblo Boliviano ha gestionado de la mano de Evo Morales.

Aquella acción que les cupo llevar adelante a sus mandantes, coyunturales o circunstanciales, en ese momento histórico: Hugo Chaves Frías; Rafael Correa; Michelle Bachelet; José Mujica; Néstor Kirchner; Evo morales; entre otros mandatarios de pueblos indoamericanos que se unían para hacer escuchar su voz.

Después, como una aceitada maquinaria la derecha comenzó su penetración para desarticular ese llamado popular; por aquello que ya explique en otra nota: “Lo popular molesta”.

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Las políticas neo-liberales hábilmente condicionadas para guiar a la más vulnerables y maleable de la masa electoral, empezaron a torcer las decisiones políticas en los países involucrados.

La finalización de los mandatos electorales, que habían instalado a algunas figuras públicas como José Mujica en Uruguay y la muerte (Repentina y sospechosa) del mandatario venezolano, Hugo Chaves Frías y del mandatario Argentino Néstor Hirchner; tres figuras carismáticas cuya fuerza aglutinante en las tratativas de un bloque regional (MERCOSUR – UNASUR) se perdió y debilitó, ostensiblemente, el proyecto Sudamericano; que ya no pudo sostenerse.

La derecha latinoamericana había triunfado por sobre el empeño puesto de manifiesto por el conglomerado de fuerzas políticas, algunas con intereses muy dispares y enfrentados; intereses que en ese momento pospusieron; en aras de un interés común.

Hoy 18 de Noviembre de 2019 Amerindia llora, desde su corazón mediterráneo Sudamericano, padeciendo el último toque manipulador de un liberalismo que se legaliza a fuerza de poder totalitarista, absolutista y mentiras.

Cercenar la voz de los pueblos, es la primer consigna, que ese monstruo antediluviano de la derecha pone en práctica allí donde pisotea los derechos sociales individuales y colectivos por informarse, cerrando los medios afines los pueblos.

      Así lo hicieron en Venezuela recientemente, con RT en Ecuador, y ahora con CAMBIO, el medio fundado por el gobierno de Evo; que a partir de ayer se llamará Bolivia.
      Una charada más, para intentar detener la avanzada Indoamericana que clama por expresarse.
       La voz de los pueblos jamás podrá silenciarse, sólo mediante el engaño y la mentira podrán mermar su fuerza, su impacto vivificador, en aquellos que esperan esa bocanada de aire fresco, en el sentir de la región; esa voz que tanto incomoda y molesta.
       Por eso “Resistir y tener memoria” y hacer un ejercicio cotidiano de ella, es la consigna, como Indoamericano, por nuestros pueblos.

                                                                            raspaggiari@gmail.com