A la Orden del día
Hace años, cuando comencé a
interesarme por la actualidad, los reclamos y las luchas del pueblo Palestino, a
partir de circunstancias en mi viaje por Sudamérica, durante el que se afianzó
mi amistad con el hoy presidente de la Coplac - Confederación Palestina Latinoamericana y del Caribe; Rafael Araya Almasry.
Por
entonces mi prioridad era la militancia en la lucha por las reivindicaciones de los pueblos aborígenes
del hemisferio, en particular mi región, Sudamérica.
Una
leve mirada, marcada por la lejanía, me permitió observar que sus reclamos,
exigencias, como así también, los opresores eran los mismos.
Variaba
el entorno geográfico, histórico-religioso base fundamental del conflicto en
Medio Oriente, reavivado y agravado en 1948, convirtiendo al pueblo Palestino
en la víctima del poder político Sionista; pero el opresor, hoy mimetizado, es
el mismo.
Fue
así que comencé a informarme y seguir los pasos del líder y luchador de, en aquel entonces, la Organización para la Liberación de Palestina,
OLP, Yasir Arafat, posteriormente,
Presidente del Estado Palestino; darme cuenta que la prensa, acallaba la
información de la región y la manipulaba a su antojo, así que requería información veraz.
Fue
así que recurrí a un amigo chileno, radicado en Argentina, hijo de padres palestinos;
Rafael Araya Masry con quien nos conocimos en los días posteriores a los aciagos
momentos vividos en el Chile de 1973; fue él quien me brindo información y
material actualizado de una realidad Palestina que desconocía.
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Hoy el “Rafa”, Exelente músico y
compositor, de la trova Chilena de los ochenta, es un comprometido militante, colaborador de prensa, de la Embajada del Estado Palestino en Argentina, actual presidente de la Coplac - Confederación Palestina
Latinoamericana y del Caribe.
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La
misma soberbia, estupidez y autoritarismo, que antaño se había enseñoreado en
nuestro hemisferio, en nuestros países; enquistando en nuestra sociedad males
endémicos que pretenden hacernos creer, obedecen a fallas de nuestra propia
personalidad; estas características y circunstancias, ya han sido desnudadas y
demostradas por pensadores que ese sistema, perverso considera lacras, son desprestigiados,
repudiados.
Aquellos
que se atreven a desafiarlos son avergonzados, ante sus ojos, haciendo que los
veamos como incorregibles inadaptados, de tendencias, homofóbicas, que no
merecen pertenecer a nuestra sociedad ni nuestra atención; pasó con el pensador alemán Friedrich
Nietzsche, al igual que hoy sucede con el pensador norteamericano Noam Chonsky.
Les
dejo, antes de que los quiten, lo que puede hallar de N. Chomsky; hoy es imprescindible, escucharlo
con mente abierta.
Aquello que designamos como “Sistema”
es un conjunto de pautas, patrones, normas, implícitas, tácitas, que
supuestamente permiten orientar o guiar nuestra vida en sociedad.
Su
primer objetivo es hacernos creer que no existen, que son una mera entelequia;
del manejo que ellos realizan del entretejido social, que conforma el sistema
en el cual vivimos; dependerá nuestra comprensión del mundo.
Fue
dentro de estas pautas que al pueblo palestino les fueron quitadas sus
viviendas, los expulsaron de su tierra, donde sus ancestros dieron vida,
sustancia y sentido a su pueblo, a su
identidad; desde épocas inmemoriales compartieron sus tierras con pueblos
invasores.
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Finalmente fueron traicionados por la fracción Sionista Internacional, responsables de la instalación en la península del Sinaí del creado, ex-profeso, 1948, Estado de Israel: “… la tía loca, que muchos Judíos desearían esconder en el ático.” Norman Finkelstein. Frontera Cero nº6. CEAR.
En la foto, de derecha a izquierda: Rafael Araya Almasry, Presidente de
la COPLAC; Mahmoud Abbas, Presidente del Estado de Palestina y Presidente del
Comité Ejecutivo de la OLP - Organización para la Liberación de Palestina; Riad
al Malki, Ministro de Relaciones Exteriores y Expatriados; Emir Mourad,
Secretario General de la COPLAC. (Ramallah-Palestina - 17/11/2017)
Estado
creado con acuerdos espurios para ser convertido en un enclave armado en la
región, que pudieran controlar los intereses financieros, la expansión y
unificación del mundo árabe ante el silencio y obsecuencia de la comunidad
internacional presente en la farsa que representa la ONU y cuanto foro expusiera el dolor y sufrimiento del pueblo
Palestino.
Con
mi amigo, ya radicado en Buenos Aires, nos reencontramos y por aquellos años en
que la OLP no tenía delegación en
nuestro país, la representación más cercana se hallaba en Brasil, recuerdo
largas charlas de café desgranando la cuestión Palestina para llegar a
comprender la lucha y ejemplo de un pueblo por existir.
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