Para compartir y poder ver los libros PDF en la nube.

https://drive.google.com/drive/folders/0BxzkgnJxYLPnSUtxLXR4RXNHUVU?usp=sharing

jueves, 15 de febrero de 2018

Razón Bíblica

“ … Nada nuevo hay bajo el sol.”
Razón Bíblica

Viejas sentencias, nuevos enigmas para el hombre.
Así es, no hay que ser católico practicante, sólo es necesario ser lector, para conocer que en algunos de sus párrafos o versículos, el libro sagrado para la iglesia de Roma ofrece al lector o al creyente, entre otras tantas; la clara alusión a la obra, supuestamente concluida, después del titánico esfuerzo que significó, la creación.

Sí, ante esta sentencia, que desde nuestro copete abre esta nota;  es una de las tantas que nos asombran desde las páginas de ese gran libro, de historias experimentales que, a cada paso  invita al lector a dejarse guiar por sus palabras.
Podemos dudar de la sacralidad que se le atribuye o le otorgan, millones de fieles, seguidores de la doctrina cristiana. Todos podemos ejercer ese derecho.
Algunos, no católicos, como yo, creemos tener fundamentos para no aceptar ni creer nada que venga de esa corporación.
En cambio no podremos negar, jamás que, dejando de lado lo oscuro del lenguaje utilizado, las versiones llegadas hasta nosotros, los tiempos a los que intenta introducir al lector, muy lejanos y de por sí, oscuros; hacen compleja, difícil o enmarañada, cuando no, tediosa,  su simple lectura.
La reflexión de los primeros párrafos de esta nota surgió recientemente cuando una de las tantas notificaciones, recibidas de amigos o grupos en las redes sociales, dio cuenta en facebook de una información que da cuenta que un equipo de camarógrafos de España, que siguen redescubriendo América, para la nueva generación “Z” de idiotas tecnológicos que carecen de formación e información, ni la buscan, ni les interesa; con ver la TV. Les basta.
Este equipo de camarógrafos decía que por invitación de un lugareño podían filmar por primera vez el valle de los Dinosaurios en el norte de Perú, casi frontera con Ecuador, sitio en el que se hallan las pinturas rupestres más llamativas y concordantes entre sí, con las piedras de ICA y las estatuillas de A cámbaro.
Todas estas expresiones nos contaban, por su sola  presencia, en los años setenta y siete, cuando tuve referencias por el Rdo. Padre Crespi, después de mostrarme unas laminas doradas de hojalata, semejantes a láminas de oro, con incisiones que dejaban en bajorrelieve raros símbolos y figuras de enormes animales que se asemejaban a dinosaurios, reptiles y elefantes. 
El nos decía que cerca de allí había un lugar escondido donde en una época cohabitaron bestias y hombres y esa historia se hallaba en paredes de roca caliza, que él no la había visto pero informantes confiables se lo habían referido, en varias oportunidades.
Reitero, por su sola presencia nos hablaban y siguen hoy siendo evidencias ciertas; quizás de un periodo de tiempo, en el ciclo evolutivo del hombre o tal vez; un lugar perdido, donde la coexistencia humana con los grandes saurios, habría sido posible.
Recientemente acaban de hallar en Guatemala, gracias a nuevas tecnologías de Scanner laser de Eco-sonar, (LiDAR), los vestigios de mega-ciudades Mayas en lo intrincado de la selva sólo había sido intuido, en los comienzos del siglo XX Raphael Girard, el gran americanista.
Ciudades, complejos arquitectónicos, han permanecido mudos, silenciosos, testigos; bajo nuestros pies o invisibles a nuestros ojos.
Un pasado, que nos habla, con su sola presencia sobre un pueblo majestuoso; nadie puede siquiera esbozar la mítica idea de la inexistencia del pueblo Maya.
La primera manifestación que se hiciera conocer y nos hablaba de una  coexistencia incomprensible; por lo menos que sepamos, fue durante  el transcurso del siglo pasado,  fueron las Piedras de Ica, cuyo “Alma Mater”, el Dr. Javier Cabrera Darquea, médico peruano, realizo su tarea profesional y residencia en el famoso Hospital de Obrero de Lima.
Cabrera era hijo de la provincia o departamento de ICA, descendiente de los padres fundadores del lugar, a quién conocí y traté en 1977, venía batallando para hacer conocer “El Mensaje de las Piedras de ICA” y estudiándolas desde 1963 y preservar su legado; hoy conservado por sus herederos, la institución y el Museo.



Todo aquello que trasgrede, el instituido andamiaje del “Consenso”, (Conjunto de creencias aceptadas por el sistema.) es rechazado a priori, determinada por la fuerza trasgresora,  hasta que el peso de las evidencias, la razón, el sentido común, o nuevos descubrimientos llegan a determinar que la propuesta, es viable.
Aún hoy, gracias a las nuevas tecnologías, puede hallarse en internet páginas dedicadas a la falsedad de las piedras, páginas que esgrimen el viejo argumento sobre la fabricación por parte del artesano Basilio Ochuya.
Ya se hallaba en entredicho por aquella época y lo  entrevisté en el 77, cuando demostramos que Basilio, una buena persona, jamás podría haber realizado, ni aproximarse a hacer, una de ellas; sin embargo el discurso se repite, haciéndole caso al señor de la propaganda; “… Miente, miente que algo siempre quedará.”
Después se dieron a conocer las famosas figuras de animales antediluvianos de Acámbaro, localidad de México donde se encuentran, en el Museo Waldemar Julsrud.

Estas figuras de arcilla, representando animales prehistóricos siendo domesticados por  hombres cuentan una historia muy parecida a las piedras de Ica.
Estas figuras siempre estuvieron en entredicho ya que no poseen la contundencia geológica y pertenecen a un conjunto de pequeñas figuras cerámicas halladas por un comerciante, ciudadano alemán, émulo de Heinrich Schliemann, en 1945, quién posteriormente con apoyo de sus amigos prosiguió escavando en el lugar.


En ese mismo tenor están aquellas páginas que hablan bien sobre las piedras, el trabajo de Cabrera y su legado; éstas, también repiten información, aunque no tan insistentemente como fuera necesario, además tienen la obligación y el desafío de aportar datos para avanzar; no solo debemos contribuir a preservar en la memoria del colectivo social el legado de Cabrera, debemos avanzar en difundir su mensaje.
Este es uno de esos momentos que quienes defendemos esta postura por ejercer nuestro derecho.
Esta información, sobre el legado rupestre del valle de los Dinosaurios tiene poca difusión, es cierto y esta carencia de difusión se debe a que no es fácil llegar al sitio y recorrerlo pero se sabe de su existencia desde hace mucho tiempo; reitero el Padre Crespi me informó dado que relacionaba los registros en las láminas que tenía en el museo de María Auxiliadora, Cuenca, Ecuador, con ese lugar.
En sus conversaciones sobre el particular el padre Crespi dejaba entrever que si bien  estas laminas provenían, hipotéticamente de la cueva de los Tayos , inmediaciones o cultura anexa, sostenía o parecía entender que ambas expresiones, Tayos- Valle de los dinosaurios estaban íntimamente relacionados.
Es importante destacar que en su momento su existencia era un indicio repitente del mensaje que nos dejaron informándonos de la coexistencia de aquellas criaturas que se creían desaparecidas hace aproximadamente 65.000.000 de años, de lo contrario como habría podido hombre alguno guardar un registro y plasmar sus imágenes en pinturas rupestres de hace 8 o 9.000 años  a.de C.
Además  grabar sus historias en piedras cuyos estudios de la pátina, ( Recubrimiento blando y oscuro que recubre la piedra llamada “Andesita”)  el análisis realizado sobre los extraordinarios grabados o incisiones, como lo explique con lujo de detalles en el libro: “El Nuevo Mensaje de las Piedras de Ica” reafirma su demencial antigüedad.
Razón por la cual, este dato suele ser rechazado, a priori sin que medie un exhaustivo estudio sobre ellas; en particular sobre las características mesurables, que aportan, como se demostró en tiempos de Cabrera,  razones valederas para no apresurarnos a desestimar su mensaje.
Estos mensajes se repiten, quizás con contenido variado, pero señalando que, en un cierto momento de nuestra evolución cultural, el paso de la humanidad por sobre este hogar transitorio, esta escuela aprendizaje en la cual nos dan cierta independencia para evolucionar, cohabitamos con otras especies, otros seres vivos que juntos, quizás alcanzamos cierto grado de saber compartido.
Después una rama evolucionó independientemente o por lo menos así lo parecería.
Rudolf Steiner, ese gran pensador alemán decía que el problema más grave del hombre es que es incapaz de aplicar el “Sentido Común” ya que este le era,  el menos común de los sentidos.

Para concluir diré que: En este transcurrir de las primeras décadas del siglo XXI, al que llego como una ilusión, una fantasía adolecente de las historitas de Bull Rocket o Misterix; me siento como el Eternauta de Gilgamesh, o de Oesterheld,  si usted quiere, viviendo, participando del transcurrir de dos siglos con mente abierta y receptiva; siempre dispuesto a no negar nada, absolutamente nada, antes de ser exhaustivamente evaluado, condición que me esforcé por conservar durante el duro siglo XX que la propaganda, desembozada se manifestó muy cruda.

Ante este constante bombardeo de mentiras condicionantes que sufrió y sufre la sociedad humana, alineada e idiotizada, por el mal uso que hace de las nuevas tecnologías, puestas estratégicamente a su servicio, además  del constante bombardeo mercantilista y consumista; por momentos trascurren frente a mí imágenes reconfortantes que intento recrear, quizás de tiempos que se han ido, que ya no están que perduran en nosotros gracias a esa don otorgado al hombre de la memoria.

( La memoria es la capacidad humana que nos permite reflejarnos en el espejo del tiempo, traer imágenes que fueron, que ya no son, pero por ese don de la memoria persisten en nuestra mente y en nuestro corazón con el sutil mandato del tiempo.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario