Buscando la verdad
El vuelo del OVNI
Si la reentrada en nuestra
atmosfera es tan complicada y peligrosa para los astronautas, porqué, para los
tripulantes de las supuestas naves que decimos haber observado tantas veces en
nuestro espacio aéreo, se presenta tan sencillo; desarrollando velocidades y maniobras vedadas
para nuestro organismo.
Corría
el año 1960 y estaba muy involucrado en la temática OVNI; temática que me había ganado desde mis 14 años conjuntamente
con el lanzamiento del SPUTNIK, primer satélite artificial enviado al espacio
por el hombre; comienzo de la Astronáutica y la apertura de la era Espacial (1957).
En ese contexto,
e impulsado por mis escasos conocimientos, que estaba comenzando a adquirir,
introduciéndome en un mundo maravilloso para mi mente ávida de saber; me
deslumbraron las propuestas de Faraday, Maxwell, Gauss y otros grandes, que
aportaron sus conocimientos al desarrollo de la humanidad.
Como
era de esperarse, lo supe después, Tesla no figuró en nuestro aprendizaje que
generalmente se nutría de los precursores de la física, quienes develaron los
misterios de la electricidad..
A la
aparición de este gran hombre, en el escenario mundial, la electricidad, como
concepto físico ya estaba impuesto, le cabría a hombres como Tesla, Edison,
Marconi y otros, desarrollar sus aplicaciones.
Estas
aplicaciones surgidas fundamentalmente después de la 2ª Guerra, fueron las que
nutrieron nuestro aprendizaje y nuestra vida cotidiana; la tecnología se volcó
a los servicios a la población.
Regreso,
fue en ese contexto que me interesé por la propulsión de estas naves extrañas y
escurridizas que venía siguiendo desde aquella lejana época.
Intuía
que estas utilizaban, para sus desplazamientos en nuestro espacio atmosférico,
un artilugio que les permitiera obviar la fricción de la masa de sus naves con
nuestra atmosfera, produciendo fricción, calor por consecuencia y desgaste de
energía, como resultante.
Así
que con mis escasos conocimientos, como dije, pensé que estas naves deberían producir
su propio campo gravitatorio; se desplazarían en una burbuja gravitacional.
Partiendo
de las observaciones y relatos que la experiencia a brindado podemos conocer
que algunas de aquellas observaciones sobre naves de tipo lenticular se
caracterizaban por los destellos cambiantes de colores que parecían estar
íntimamente ligados a la velocidad y características de sus desplazamientos.
Esta
característica fue utilizada hasta el hartazgo por Hollywood para repeler,
mediante este supuesto “Campo de fuerza”, cualquier ataque mediante armas
convencionales.
Recuerde
lector que cualquier fantasía o argumento de Ciencia Ficción, requiere de
ciertos detalles verdaderos para lograr sustentar el desarrollo de la historia
y que ésta sea creíble.
Este
detalle puede observarse en el guión de la película “Día de la Independencia”
ya que los protagonistas implantan un virus de computadora en la nave nodriza
que logra invalidar la creación del campo protector.
La
foto del dibujo que acompaña esta nota, al dorso lleva el sello y fecha de
producción, fue tomada por el diario Expreso de Lima, Perú en 1977, de mi
libreta de apuntes: En él se destacan dos partes autónomas hermanadas por un
eje central, la superior contendría la sala de operaciones o de mando y
habitabilidad y la parte inferior supondría la sala de máquinas.
La
nave supondría un principio giroscópico con discos girando en sentido inverso
el uno del otro, del rotor central, de diámetro menor pero de mayor masa, ya
que se encuentra en un solo cuerpo con el eje central.
Para elucubrar
este artilugio y proyectarlo me inspiré en el principio de Maxwell que el
lector puede ver en varias producciones hollywoodenses, en especial las viejas
de Frankestain, que se caracterizan por la aplicación de la reciente descubierta
aplicación de la electricidad.
Entonces
comencé a trabajar en mi aprendizaje con aquella fuerza magnética surgida de
los grandes Toroides, utilizados en los equipos de radares de la Marina.
Cuando
comencé a publicar mis primeros intentos para dar a conocer mis experiencias
recordé aquel principio por explicarme la propulsión y realicé este dibujo a
mano alzada en mi libreta de apuntes que me acompañaría años después en mi
viaje latinoamericano, de allí la fotografía.
Con
el correr de los años accedí a otras corrientes de pensamiento y propuestas,
sobre el particular, (Origen
y formas de propulsión.) que hacían que ésta quedara
obsoleta o inaplicable ante los detalles constitutivos de la nueva posibilidad;
algunas de ellas descabelladas e inconsistentes, otras muy plausibles y
expuestas con sobriedad y sustento.
Quizás los años, que siempre aportan experiencia
y saber, si sabemos percibir y aprovechar esas enseñanzas; en mi caso me
alejaron de las tendencias conspirativas, que como vemos, en el material
bibliográfico sobre estos temas, aporta mucho para decir, si se sabe cómo.
En
mí caso al no saber cómo prefiero dejar que otros más osados, con imaginación
fértil, se aboquen a esa tarea.
Existen
dentro del compartimento de los Ovnilogos aquellos a quienes les atrae la
propuesta “Temporal” que planteada, dentro del marco o contexto de lo conocido
sobre la temática; se presenta como una de las más aceptables.
Claro está que entre nosotros están los
que prefieren la hipótesis extra-Terrestre, entre los que me adscribo.
La
temporal tiene la enorme virtud que solamente al exponerse desaparecen los
grandes interrogantes del género: ¿De dónde provienen? El ¿Porqué? de su
aparición y desaparición fugaz, sus maniobras y velocidad.
En
lo personal, me parece demasiado funcional, simplista, ilógica, sumamente
compleja para ser creación nuestra; claro para nosotros oportunamente funcional.
Solamente
de pensar en el hombre de Hoy en posesión de una tecnología capas de modelar el
tiempo y el espacio a su albedrío me parece inconcebible.
Quizás, para tender un puente entre lo
posible y lo que no, debo decir que quizás quien utiliza esta tecnología y
conocimientos a superado la barrera de la omnisapiencia omnipotencia, soberbia,
y estupidez que hoy prevalece en el hombre.
Quienes
me conocen, mis amigos, me saben optimista, tengo fe en la especie humana, se
que inexorablemente esta signada para encontrar su camino y ese será hacia las
estrellas; lo encontrará claro que sí; aún cuando deba recorrer un largo trecho
de vicisitudes que pondrán a prueba su capacidad de adaptación.
Si
como creemos algunos, existieron otras humanidades, antes que la nuestra
cumpliendo, desde los orígenes cósmicos, el rol que nos ha sido asignado.
El
fragmento de este legado pictórico de la ciudad de Montalcino, Italia ; hay
otras expresiones similares en otras pinturas litúrgicas contemporáneas y todas
nos dicen, encriptada, calladamente que en ese camino de la humanidad el hombre
hallara las respuestas que busca sobre el tiempo y el espacio.
Ese
rol, que ni siquiera sabemos, a ciencia cierta, cuál es, se nos revela
permanentemente, aún cuando no todos lo comprendemos debidamente, ya que no
tiene relevancia inmediata en nuestro vivir; estamos diseñados para ver e
interactuar con el presente inmediato, poco nos importa, al común denominador
de seres vivientes, algo más allá de nuestra inmediatez.
Para
terminar, y no comenzar a descender por las ramas; lo cierto es que nada de lo
que hacemos hoy en este grano de tierra que nos dieron por hogar es superfluo,
fortuito
o circunstancial,
todo obedece a un proyecto, un plan muy bien trazado, donde nosotros cumplimos
un rol establecido de antemano.
Es
esta la razón que hace decir a algunos que vivimos en la Matrix, una mente que
almacena y controla el programa de nuestra evolución cósmica; porqué no… podría
ser, algo deje entrever en mi libro “La Vida Infinita”.
Para
compartir y poder ver los libros PDF en la nube.
Bajarlos
– Sin cargo alguno.
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