Exabruptos
Usualmente el exabrupto es considerado una agresión, aunque puede ser
más común e incluso tolerado en ciertos ámbitos mientras que en otros será
visto como un desaire muy importante y serio.
Esto tiene que ver sin dudas con el modo en
que los seres humanos comunicamos nuestras impresiones y sentimientos y cómo
buscamos adaptarnos a diferentes situaciones en las que debemos usar lenguaje y
modos específicos. (www.definicionabc.com/comunicacion/exabrupto)
Seguidores
en las redes sociales y amigos que suelen leer aquello que publico me llamaron
asombrados y desconformes con el uso de la expresión, (HdeP), con la que me
referí, a nuestra actual administración, en los últimos días.
Sí,
quizás me deje llevar o ganar por la bronca que me genera este modelo
neoliberal de los Macri y Cia. Bronca que me permití expresar en algún escrito
circunstancial de mí muro.
No
es disculpa, es un recordatorio de que soy un ser humano y que reacciono como
tal al emitir un exabrupto: (Dicho o gesto brusco e inesperado que se
manifiesta con enfado y viveza.) frase soez o
peyorativa, contra una persona; jamás me lo permitiría.
En
cambio un exabrupto en esta circunstancia es entendible y para mi comprensible
y justificable dado que el destinatario de mi reacción no es una persona
jurídica definida como tal.
Quienes
son destinatarios de este exabrupto, que me permití graficar mediante letras de
molde, y tanto escándalo causó, a una querida respetada amiga y lectora; quién
considero su uso indebido en mis escritos,
no por el tenor del exabrupto.
Lo
he repetido hasta el cansancio no soy político partidista, la administración
que desarrolle y aplique un modelo de inclusión y participación podrá contar con mi apoyo,
por el contrario, quien aplique un modelo de exclusión, tendrá mi repudio.
Si
a ello sumamos las características neoliberales que esta administración está
poniendo de manifiesto en su ejercicio, se hacen acreedores a mi enojo; a
recibir epítetos que en muchas oportunidades omito, para evitar expresar
eufemismos, pecando por comportarme o
parecer, un hipócrita florido.
En
más de una oportunidad escribí sobre la ligereza de las redes sociales, donde
parecería ser que todo vale y todo se permite; sitios dónde cualquiera es
crítico del otro, o el insulto está a la orden del día.
Debo
reconocer que, quienes hacemos uso de estas herramientas, de una manera
informativa y formativa; debemos tener y hacer, un cuidado uso del lenguaje, y sus instrumentos, que nuestra lengua pone a
nuestro alcance; aspecto por lo que brego cotidianamente.
Quizás,
por convencernos de no ser un narcisista, un creído, pretendo escribir sólo para
nosotros e, íntimamente, suponemos que nadie lee aquello que publicamos, en
este caso en particular alguien leyó y no le agradó que insultara
subrepticiamente, no por el insulto, como ya dije, sino porque nunca lo había
hecho anteriormente y le molestó.
Esta
lectora, amiga y seguidora, no le gustó lo que leyó.
Les
dejo el enlace a la inolvidable y expresiva participación del “Negro” en el
Congreso de la Lengua, Rosario 2004, su ciudad natal.
Si
bien reconozco que mi exabrupto, requería de una explicación a quienes me
siguen o respetan mi pensamiento, también es cierto que después de la
participación del querido “Negro” en el congreso de la lengua donde realizó un
panegírico de las, supuestas, malas palabras, esto no debería preocuparme, en
cambio el respeto merecido de mis lectores me obliga a no dejar, “…Caer
en saco roto” consejos o
críticas de quienes me quieren bien.
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