Una
vez dije que las Malvinas, en los intereses Británicos, eran un pretexto; aún después
de 35 años, de aquel enfrentamiento, justificado
por los permanentes atropellos a nuestra soberanía territorial, que justificó
en la mente obnubilada de un milico devenido a general que generó en una guerra
armada, para justificar, en nuestro país, lo injustificable,
No
debería haber sido así, pero lo fue, y en esa guerra intempestiva, inconsulta,
que movilizo el sentido patriótico de toda la ciudadanía, que se plegó a esa
locura que es toda guerra.
Entendiendo
todo aquello, no puedo menos que recordar a los chicos y jóvenes que con profundo
sentimiento patriótico, fuera de las especulaciones políticas coyunturales, dieron su vida por mostrarle a los usurpadores
que había un pueblo dispuesto a defender su territorio.
Lejos
de adhesiones y traiciones regionales, “Somos pocos y nos conocemos mucho.” en
la región, no nos tomaron por sorpresa.
Ahora,
es la hora del dialogo, con convicción, con fuerza, sin claudicaciones, los
políticos testaferros, de los usurpadores; intentan acuerdos espurios ignorando
el sacrificio de toda la ciudadanía y de
aquellos que dieron su vida por hacer valer nuestros derechos soberanos.
La
mira de Inglaterra y sus aliados territoriales se hallan a la espera del “Tratado Antártico” y de los derechos
que los integrantes de las naciones signatarias puedan demostrar ante la corte
internacional de Justicia y la ONU.
Inglaterra
debe soltar la presa colonialista que es el territorio de Malvinas que bajo
ningún pretexto puede pretender suyo; y debe hacerlo respetando la autonomía e
identidad de un pueblo que siempre se resistió a sus pretensiones en su
territorio.
En memoria de los combatientes y caídos
durante la guerra de Malvinas.